Lo que la articulación esconde: los quistes subcondrales como causa de cojera del caballo

Lo que la articulación esconde: los quistes subcondrales como causa de cojera del caballo
26 abril, 2019 MC Veterinaria
In Medicina deportiva

Los quistes óseos subcondrales son una causa no demasiado frecuente de cojera en el caballo.

Resumen

Los quistes óseos subcondrales son una causa no demasiado frecuente de cojera en el caballo. Existen dos posibles causas que pueden producir un quiste subcondral; o bien pueden tener un origen traumático, o bien pueden producirse por un defecto en el desarrollo del hueso subcondral, por lo que las cojeras asociadas a dichos quistes se observan principalmente en potros menores de 2 años, aunque pueden afectar a caballos de cualquier edad. Aparecen con mayor frecuencia en el cóndilo medial del fémur, en las falanges o en el metacarpo/metatarso. El pronóstico es variable, dependiendo del tamaño, localización, terapia empleada, articulaciones implicadas, etc. Pero generalmente es reservado en el caballo de deporte.

Presentación del caso clínico

Potro anglo-árabe, entero, de 1,5 años, vive en libertad con otros potros. Presenta cojera severa de la extremidad posterior izquierda de 2 días de duración.

A nuestra llegada, el potro estaba tranquilo, sin alteraciones reseñables en la exploración física general y  presentaba una cojera al paso de 2/5 de la extremidad posterior izquierda.

Diagnóstico

En la exploración física estática, no se aprecian signos de traumatismo, inflamación o calor, asimismo, no se detecta pulso digital y resulta negativo al test de las pinzas de casco. La flexión distal de la extremidad posterior izquierda resulta positiva.

Se efectúa un bloqueo anestésico perineural digital distal que resulta 100% positivo.

Se realiza un set de radiografías de la extremidad posterior izquierda en la que como único hallazgo relevante, se aprecia un área circular radiolúcida en la porción distal de la primera falange, visible tanto en la vista lateromedial como en la vista dorsoplantar, compatible con un quiste óseo subcondral.

Para confirmar el diagnóstico y el origen de la cojera, a las 24 horas se hace un bloqueo anestésico intraarticular de la articulación interfalángica proximal, resultando positivo en un 100%.

Opciones terapéuticas

Para el tratamiento de estas lesiones, existen opciones terapéuticas conservadoras, entre las que se incluye el reposo y la administración intraarticular de fármacos (generalmente cortiscosteroides)  y opciones quirúrgicas como la inyección intraquística con corticosteroides, el  desbridado artroscópico del quiste, injerto con hueso esponjoso, infiltración intraquística con células madre mesenquimales,  artroplastia en mosaico, artrodesis quirúrgica, aplicación de tornillos transcondilares, etc.

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Pronóstico

Como es habitual, el pronóstico de estas lesiones varía dependiendo del tratamiento que se realice. En líneas generales, el tratamiento conservador reporta resultados inconsistentes y se postula que es efectivo solo en aproximadamente el 20% de los casos.

Según la bibliografía, el 64% de los pacientes con quistes subcondrales del cóndilo medial del fémur tratados mediante infiltración intraquística guiada por artroscopia o ecografía, retornan a su actividad anterior, independientemente de la edad del caballo. Sin embargo, el pronóstico tras el desbridamiento quirúrgico del revestimiento interior del quiste, si que parece variar con la edad. En caballos menores de 3 años el 64% retomaron su actividad, mientras que solo el 35% de los caballos mayores de 3 años volvieron a su función atlética. Estudios preliminares sobre el uso de tornillos transcondilares reportan la vuelta a la actividad del 75% de los caballos tratados mediante esta técnica a los 120 días de la cirugía.

No hay demasiada literatura científica sobre el tratamiento de quistes subcondrales en localizaciones distintas al cóndilo medial del fémur. Cuando aparecen en las articulaciones interfalángicas, el tratamiento conservador puede producir resultados positivos a corto plazo, pero el riesgo de aparición de osteoartrosis asociada es alto.

Los tratamientos como la artrodesis quirúrgica mediante placas de osteosíntesis pueden alterar positivamente la biomecánica de la región periférica a la lesión, promoviendo la regeneración ósea del quiste subcondral.

Las terapias ortobiológicas (Células madre mesenquimales, plasma rico en plaquetas, factores de crecimiento, gel de poliacrilamida, etc.) también pueden proporcionar beneficios en la restitución de la funcionalidad ósea. No obstante, faltan estudios para acreditar dichas hipótesis de forma fiable.

Tratamiento

En este caso, se recomienda la realización de artrodesis quirúrgica de la articulación interfalángica proximal. Asimismo, dado que la localización del quiste se encuentra ligeramente abaxial en el cóndilo medial de la falange proximal, se opta por un recorte de casco helicoidal que pretende la descompresión articular de la zona afectada por el quiste.

Por decisión de los propietarios, se realiza un tratamiento conservador y valoran la opción quirúrgica según su evolución. Se programan revisiones clínicas y radiográficas cada 3 meses.

Discusión

En ocasiones el diagnóstico de un quiste subcondral es incidental, no produciendo ningún tipo de cojera en el momento de su diagnóstico. Se postula que la cojera asociada es debida a la sinovitis y  al aumento de la presión intraquística o intraósea, que puede producir dolor óseo subcondral.

Existen diferentes factores que pueden influir en el pronóstico, como la edad o el tamaño del quiste.

Aun tenemos pocos estudios sobre los quistes subcondrales en localizaciones diferentes al cóndilo medial del fémur y asimismo, tenemos pocos estudios acerca de los resultados obtenidos mediante las distintos tratamientos disponibles en dichas localizaciones, pero en general,  los estudios preliminares reportan una alta tasa de éxito en los pacientes tratados quirúrgicamente, respecto a los resultados obtenidos en aquellos caballos tratados de manera conservadora.

Se ha observado que en ocasiones aparecen áreas escleróticas alrededor del quiste, lo que sugiere que el hueso se adapta a una situación biomecánica alterada en la que la carga del peso no se transmite en la región donde se localiza el quiste subcondral. Por lo que el estudio de las fuerzas biomecánicas de las articulaciones involucradas puede ayudar al clínico a escoger la mejor opción terapéutica disponible.

En este caso particular, desde la realización del bloqueo anestésico intraarticular y el posterior recorte, el potro no ha vuelto a presentar síntomas de cojera, pero la mejoría clínica, no es un claro indicador del pronóstico. Se programan revisiones clínicas y radiológicas seriadas con el fin de poder detectar de manera temprana la aparición de cambios en la superficie articular que puedan suponer un riesgo para el futuro deportivo del paciente.