El síndrome de ulceración gástrica

El síndrome de ulceración gástrica
7 septiembre, 2023 MC Veterinaria

El síndrome de ulceración gástrica equina es una de las patologías más comunes que afecta al estómago del caballo, con unas prevalencias que van del 10% al  30% en caballos en pastoreo o paddock; entre el 50-95% en caballos de endurance dependiendo del nivel deportivo y hasta el 90% en caballos de carrera.

Por ello, es importante que los propietarios comprendan la enfermedad y los factores de riesgo asociados a su aparición, con el objetivo de poder prevenirla, diagnosticarla y tratarla con precisión.

Los síntomas clínicos de la enfermedad varían desde una sutil pérdida de rendimiento deportivo o condición corporal, hasta en los casos más severos, falta de apetito o apetito caprichoso, cólicos recurrentes o severa pérdida de peso.

Anatómicamente, el estómago del caballo está divido en dos porciones: porción aglandular o escamosa (ESGD) y porción glandular o secretora (EGGD). La formación de úlceras en cada una de estas porciones se entiende como dos procesos patológicos distintos.


En la mayoría de los casos, las úlceras en la porción escamosa o aglandular se producen por su exposición a ácidos gástricos, como el ácido clorhídrico o los ácidos grasos volátiles. Las dietas con elevadas concentraciones de almidón y otros azúcares, así como dietas con bajo contenido en forraje se consideran factores de riesgo para su aparición.

Generalmente, las úlceras en la porción glandular están causadas por un compromiso en los mecanismos de defensa de la mucosa gástrica, debido por ejemplo al uso de antiinflamatorios no esteroideos a dosis inadecuadas, o el estrés en caballos de deporte, los cuales pueden actuar como factores predisponentes.

El diagnóstico se realiza mediante gastroscopia, ya que permite valorar la totalidad de la mucosa gástrica y graduar la intensidad de la ulceración.


El tratamiento y prevención de la enfermedad dependerá de los signos clínicos asociados y el grado de ulceración gástrica. Generalmente, el tratamiento consiste en el uso de antiácidos y protectores de la mucosa gástrica, aunque es igual de importante conocer las medidas de manejo óptimas, tanto nutricionales como de entrenamiento, para la prevención y recidiva de la enfermedad.