Gilette es un caballo pura sangre lusitano que sufrió un desafortunado accidente durante una excursión, metiendo la extremidad posterior en un agujero oculto por ramas y follaje.
Aunque las heridas en menudillo y cuartilla eran bastante espectaculares, Gilette presentaba dos pequeñas heridas ocultas en la babilla por donde drenaba líquido articular, con el consiguiente riesgo que este tipo de heridas articulares pueden llegar a tener. Así que estas pequeñas heridas eran las que realmente tenían un pronóstico más reservado por el posible desarrollo de artritis séptica.
Ante la imposibilidad de tratamiento hospitalario, se decide realizar el tratamiento y manejo adecuado en campo. Se suturan las heridas de forma inmediata y se administra antibioterapia sistémica e intraarticular.
Gracias a las atenciones y cuidados de sus propietarios, Gilette ha evolucionado adecuadamente y ya se encuentra de alta, como podéis ver en este vídeo.
La valoración completa y sistemática del paciente tras un accidente traumático, así como la inmediatez en su tratamiento, son fundamentales para mejorar el pronóstico de este tipo de problemas.