Estamos en época de partos, los potros recién nacidos dan vida a los prados y continuidad a las ganaderías. Tener un nuevo potro es motivo de alegría, pero en ocasiones nos encontramos con situaciones indeseables que pueden poner en riesgo la vida o el futuro deportivo de nuestro potro. En este artículo, nos centraremos en conocer un poco más acerca de algunas de éstas patologías.
Las artritis sépticas, fisitis y osteomielitis en potros, son patologías ampliamente estudiadas y a diferencia de los caballos adultos, estas patologías se producen generalmente por vía hematógena. Suelen ser debidas a fallos en la transferencia de la inmunidad pasiva (incorrecto encalostramiento), infecciones a nivel gastrointestinal, umbilical o respiratorio. Generalmente, los signos clínicos que podemos encontrarnos son: cojera, efusión sinovial, fiebre, celulitis localizada, calor en la zona afectada y reactividad a la palpación.
El diagnóstico clínico se puede hacer con un análisis del líquido sinovial o tejido afectado y puede ser de gran ayuda la realización de un estudio radiográfico completo, aunque en ocasiones, para valorar con precisión el alcance de las lesiones, son necesarias pruebas de alto valor diagnóstico como el TAC o la resonancia magnética.
El tratamiento con lavados articulares y la administración de terapia antibiótica local y/o sistémica es fundamental y siempre se trata de una emergencia veterinaria, requiriendo en ocasiones de atención quirúrgica hospitalaria. Emitir un pronóstico de vida o deportivo es complicado, ya que depende de innumerables factores, como el número de articulaciones afectadas, implicación de la fisis o del hueso subcondral, el tiempo transcurrido desde la aparición de la infección, etc. Es por esto que la revisión del potro recién nacido en las primeras horas de vida puede ser muy útil para identificar posibles alteraciones que requieran tratamiento veterinario urgente.
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