El correcto rendimiento deportivo de los caballos depende de la coordinación de los diferentes aparatos y sistemas orgánicos, que vendrán esencialmente determinados por el entrenamiento, la correcta eficiencia energética a nivel nutricional y la genética del animal.
La alimentación del caballo deportivo, por tanto, es uno de los pilares fundamentales en su preparación para la competición. Según el tipo de nutrientes que se administran en la ración y dependiendo del tipo de ejercicio que se pretende realizar, se puede mejorar significativamente el rendimiento del caballo.
El equilibrio energético es un punto crucial en la fisiología del ejercicio, ya que determinará de forma directa el desencadenamiento, o no, de la fatiga o agotamiento, momento en el cual el caballo es incapaz de continuar con el ejercicio a una determinada intensidad.
Llegar al punto de fatiga siempre conllevará un mayor riesgo de desarrollar patologías
1. Las consecuencias del equilibrio energético se evidencian aún más cuando se trata de realizar ejercicios de resistencia o aeróbicos como es el caso de los caballos de completo o caballos de raid.
En el caso por ejemplo de caballos de raid, recorrer 160km requiere un gran gasto energético y las fuentes más importantes de energía en este tipo de deportes son las grasas y en segunda instancia, el glucógeno.
Tiempos estimados de agotamiento de reservas musculares en un caballo de 500kg
Reservas (kJ) Duración del ejercicio
Glucógeno 75300 109min
Grasa 640000 15,4hs
Fuente: McMiken(1983)
Como se observa en la tabla, el glucógeno muscular resulta insuficiente para su utilización exclusiva durante una carrera, por lo que el metabolismo graso toma especial relevancia en este deporte. En este caso, el agotamiento de las reservas de glucógeno es una de las principales causas de fatiga y agotamiento en esfuerzos prolongados.
El metabolismo graso tiene un componente genético, pero se estimula con una dieta apropiada, y un entrenamiento de baja intensidad y larga duración induciendo cambios a nivel estructural, enzimático y fibrilar de la musculatura que son fácilmente monitoreables durante el ejercicio.
2. En el caso de los ejercicios intensos y de corta duración como son los caballos de carreras, el western o, una disciplina autóctona de la comunidad valenciana, los caballos de tiro y arrastre, el glucógeno intramuscular y la glucosa sanguínea actúan como los combustibles predominantes para la generación de energía de forma anaeróbica. En el ejercicio de intensidad máxima hay que tener en cuenta que las concentraciones de glucógeno muscular declinan rápidamente hasta cierto punto (entre 30% y el 50% dependiendo de la intensidad, tanto de la velocidad como de la frecuencia de cargas). Por ello, en este tipo de deportes la aparición de la fatiga será mucho más temprana y vendrá en parte determinada por el agotamiento de estas reservas energéticas.
La ración de estos caballos será rica en carbohidratos de rápida metabolización (almidón), por lo que las raciones serán un 35% de forraje y un 65% de concentrados. Aunque siempre es preferible realizar estos incrementos de concentrados y consecuentes disminuciones del porcentaje total de forraje cuando se aproxima el momento de la competición, por motivos de salud digestiva.
En estos deportes, la adaptación muscular al ejercicio, es decir, la capacidad de generación de fibras tipo IIX, que son altamente glucolíticas, se considera uno de los factores principales de una buena performance o rendimiento deportivo y dependerá directamente de la genética del caballo y de su entrenamiento.
Por todo ello, os animamos, a que cuando creáis que vuestro caballo no rinde como debe, reflexionemos sobre si realmente estamos aportándole en su ración diaria lo que necesita para poder desempeñar su actividad física de la forma más eficaz posible.
